Mi perro quiere morder a mi hijo, ¿qué hacer?

Autor: John Stephens
Fecha De Creación: 25 Enero 2021
Fecha De Actualización: 19 Mayo 2024
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Desde el momento en que decides adoptar una mascota, es necesario tener reglas claras que regulen el comportamiento del cachorro y los comportamientos que se le permitirán, para evitar situaciones no deseadas y problemas con otros miembros de la familia o las visitas que reciben en casa.

Que el cachorro quiera morder al niño en casa suele ser un problema frecuente entre los dueños de perros, pero conviene corregirlo para evitar accidentes con los niños y mantener la armonía en casa. Por eso, en este artículo de PeritoAnimal te explicaremos qué hacer si su perro quiere morder a su hijo, con algunos consejos que te ayudarán a revertir esta situación.

La importancia de la educación

Educar a tu perro desde cachorro en el trato y relación que debe tener con los miembros de la familia es fundamental para desarrollar un vínculo afectivo libre de rencor y evitar que la mascota se convierta en un problema.


Sin embargo, cuando hablamos de educación de cachorros a menudo olvidamos que también es necesaria. enseña niños desde casa para tratar al animal, no solo cuidándolo sino también respetándolo y dándole su espacio, evitando ser motivo de persecución para el animal.

Esto a menudo es difícil de entender para muchos niños porque ver al perro como un juguete, grandes o pequeños, que sean capaces de moverse y responder a los estímulos que brindan. Esta suele ser una de las principales causas de que un perro de la familia muerda o ataque repentinamente al niño en casa, ya que la paciencia del animal se agota ante el comportamiento incómodo del pequeño.

Es importante señalar que este el tipo de comportamiento nunca es culpa del animal, tiene que ver con una reacción normal a algo que consideran una amenaza (el niño pega pegamento o toma tu comida, por ejemplo), o con un comportamiento dominante que no se corrigió a tiempo y comienza a ser incómodo solo cuando hay niños en casa.


Además, recuerda que un perro que pasa días atado a una cadena, tiene algún dolor o malestar, entre otros factores, se volverá hostil a su entorno, en un intento de protegerse de posibles agresores, incluso cuando se trata de sus dueños.

También puede suceder que sean al cachorro le salen los dientes, algo que causa dolor y malestar. Cuando esto suceda, debemos enseñarle a nuestro perro a morder el juguetes y mordedores que tienes a tu alcance, felicitándote positivamente cuando lo hagas.

¿Qué puede desencadenar la violencia de un perro?

Además del comportamiento causado por el dolor de la dentición, el perro puede morder "violentamente" por varias razones. Antes de saber qué hacer con este tipo de comportamientos, debes conocer los factores que pueden estar desencadenando esta actitud:


  • Celos. Quizás tu perro fue alguna vez el centro de atención y, como el niño está en casa, te has descuidado y lo has puesto en un segundo plano. Por eso, se siente triste y trata de defenderse de ese invasor de su territorio.
  • juegos inapropiados. Es posible que su hijo, al jugar, ruede por el suelo con el perro o imite una "pelea" midiendo su fuerza con él. Si el animal gana varias veces, esto hará que se sienta superior al niño, por lo que puedes intentar someterlo a tu voluntad de otra forma, como mordiéndolo.
  • el perro es un juguete. Si eres de las personas que permite que los niños traten al perro como un juguete, molestándolo mientras duerme, poniéndole pegamento o interrumpiendo su hora de comer, es muy probable que el animal intente poner a los niños en su lugar. para deshacerse de él. de esta situación.
  • Falta de educación. No has entrenado a tu cachorro en el trato cordial con la familia y la socialización, por lo que las reacciones del animal se vuelven impredecibles.
  • Abrazos. En lenguaje canino, los abrazos se pueden interpretar como una amenaza, y es muy probable que el perro reaccione de forma violenta si el niño intenta demostrar afecto de esta forma.
  • Malos tratos. Si tu cachorro está atado a una cadena todo el día, está mal alimentado o maltratado, ¿cómo quieres que trate bien a tus hijos?
  • Temor. Es posible que su hijo corra gritando por la casa o el jardín y haga ruido con sus juegos, poniendo nervioso al animal.
  • gruñidos. Su hijo puede intentar jugar con el perro imitando sus gruñidos y mostrando los dientes, pero el perro malinterpretará estos signos, ya que el animal no entenderá que se trata de un juego.

¿Qué hacer para resolver la situación?

Con el perro:

  • En primer lugar, no tengas miedo del perro. Es un cachorro, no le hará daño a nadie, excepto por pequeños mordiscos.
  • Si muerde o intenta morder a su hijo, primero asegúrese de que no sea un juego, y si lo ve como una actitud negativa referir a un educador canino o etólogo. Así como llevarías a tu hijo a un profesional si fuera necesario, debes hacer lo mismo con tu cachorro.
  • Nunca uses la violencia para intentar enseñarte algo.
  • En caso de celos, intente pasar más tiempo con el animal, disfrutando de paseos y juegos con él. Debes incluirlo en tu rutina diaria, enseñarle obediencia, realizar actividades y darle un rol,
  • Enséñele a su cachorro el orden "silencioso" para entender cuándo es suficiente y detener un comportamiento.
  • tener el vacunas actualizadas, para evitar posibles enfermedades en caso de mordedura.

Con el niño:

  • enseñarte a respetar el espacio del animal. Edúquelo para que deje de pensar que es divertido lastimar al perro, molestarlo cuando duerme o tocar su comida. Debes entender que este es un ser vivo que siente y puede enfurecerse cuando se le molesta.
  • no permitas que el juegos salvajes. Enséñele a ser cariñoso, respetuoso, tranquilo y agradable con el perro.
  • No permita que el perro tome la pelota o cualquier juguete que esté usando. Los perros que sufren la protección de los recursos pueden responder de manera muy negativa.
  • El niño debe esperar que el perro se le acerque en busca de compañía, no al revés. Cuando el cachorro se acerca, es mejor dejar que huela su mano antes de dar el siguiente paso.
  • Nunca deje que su mascota animales desconocidos.
  • No acaricie al perro por la cabeza, la cola o las patas, opte por la cara o el cuello.
  • Evite correr y gritar alrededor del animal.

Recuerda de Supervise siempre la interacción entre su hijo y su perro para detectar posibles comportamientos negativos en cualquiera de los dos. Hacer que se lleven bien es muy fácil, solo hay que educar a cada uno para que respete el espacio del otro.