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Hachiko era un perro conocido por su infinita lealtad y amor por su dueño. Su dueño era profesor en una universidad y el perro lo esperaba en la estación de tren todos los días hasta que regresaba, incluso después de su muerte.
Esta muestra de cariño y lealtad hizo que la historia de Hachiko se hiciera mundialmente famosa, e incluso se hizo una película contando su historia.
Este es un ejemplo perfecto del amor que un perro puede sentir por su dueño y que hará que incluso la persona más dura derrame una lágrima. Si aun no lo sabes la historia de Hachiko, el perro fiel coge un paquete de pañuelos y continúa leyendo este artículo de Animal Expert.
la vida con el maestro
Hachiko era Akita Inu que nació en 1923 en la prefectura de Akita. Un año después se convirtió en un regalo para la hija de un profesor de ingeniería agrícola en la Universidad de Tokio. Cuando el maestro, Eisaburo Ueno, lo vio por primera vez, se dio cuenta de que sus patas estaban ligeramente torcidas, parecían el kanji que representa el número 8 (八, que en japonés se pronuncia hachi), por lo que decidió su nombre. , Hachiko.
Cuando la hija de Ueno creció, se casó y se fue a vivir con su esposo, dejando atrás al perro. Entonces, el maestro había creado un fuerte vínculo con Hachiko y decidió quedarse con él en lugar de ofrecérselo a otra persona.
Ueno iba a trabajar en tren todos los días y Hachiko se convirtió en su fiel compañera. Todas las mañanas lo acompañé a la estación de Shibuya y lo recibiría de nuevo cuando regresara.
la muerte del maestro
Un día, mientras enseñaba en la universidad, Ueno sufrió un paro cardíaco que acabó con su vida, sin embargo, Hachiko siguió esperándolo. en Shibuya.
Día tras día Hachiko iba a la estación y esperaba durante horas a su dueño, buscando su rostro entre los miles de extraños que pasaban. Los días se convirtieron en meses y los meses en años. Hachiko esperó implacablemente a su dueño durante nueve largos años, ya sea que lloviera, nevara o brillara.
Los habitantes de Shibuya conocían a Hachiko y durante todo este tiempo se habían encargado de alimentarlo y cuidarlo mientras el perro esperaba en la puerta de la estación. Esta lealtad a su dueño le valió el sobrenombre de "el perro fiel", y la película en su honor se titula "Siempre a su lado’.
Todo este cariño y admiración por Hachiko llevó a que en 1934 se erigiera una estatua en su honor, frente a la estación, justo donde el perro esperaba a diario a su dueño.
Muerte de Hachiko
El 9 de marzo de 1935, Hachiko fue encontrada muerta al pie de la estatua. Murió a causa de su edad precisamente en el mismo lugar donde había estado esperando el regreso de su dueño durante nueve años. Los restos del perro fiel fueron enterrado con los de su dueño en el cementerio de Aoyama en Tokio.
Durante la Segunda Guerra Mundial, todas las estatuas de bronce se fusionaron para fabricar armamento, incluida la de Hachiko. Sin embargo, unos años más tarde, se creó una sociedad para construir una nueva estatua y volver a colocarla en el mismo lugar. Finalmente, Takeshi Ando, el hijo del escultor original, fue contratado para que pudiera rehacer la estatua.
Hoy la estatua de Hachiko permanece en el mismo lugar, frente a la estación de Shibuya, y el 8 de abril de cada año se celebra su fidelidad.
Después de todos estos años la historia de Hachiko, el perro fiel, sigue viva debido a la demostración de amor, lealtad y cariño incondicional que conmovió el corazón de toda una población.
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