Contenido
- 1. Nunca es demasiado mayor para dejar de jugar
- 2. Cállate un poco para escuchar más
- 3. No tragues la comida, disfrútala
- 4. Como la primera vez
- 5. Deja ir la ira
- 6. No arregles el pasado
- 7. Vive al máximo
- 8. Les encanta el blindaje
- 9. Son como son
- 10. La lealtad y la confiabilidad son su fuente de respeto
¿Quién dice que no podemos aprender algo todos los días y que el conocimiento no puede venir de nuestros perros? Mucha gente cree que los humanos somos los que les enseñamos a vivir a nuestros mejores amigos peludos. Sin embargo, a menudo ocurre lo contrario.
Los perros son recordatorios de que las mejores lecciones pueden provenir de los lugares más inesperados. Si somos receptivos, podemos aprender más de lo que pensamos, especialmente cuando nos referimos a aspectos importantes de la vida que estamos acostumbrados a dar por sentados.
Los perros son maestros fenomenales para nosotros los humanos. Continúa leyendo este artículo de PeritoAnimal donde te mostraremos una lista de 10 cosas que los perros nos enseñan. No olvides decirnos al final del artículo en los comentarios lo que te enseñó tu perro. ¡Comparte tu experiencia con nosotros!
1. Nunca es demasiado mayor para dejar de jugar
Tener un espacio para recordar y traer de vuelta esa época en la que solíamos jugar, sin importar el tiempo y las consecuencias, es algo que los perros nos enseñan todos los días. Jugar para ellos, cachorros y adultos, forma parte de su día a día.
las cosas más simples son las mejores
Por ejemplo, jugar con un palo es lo mejor que hay. Por alguna razón incomprensible (porque la complejidad de la vida no es razón suficiente), los adultos olvidan que eran niños ya medida que envejecen, se vuelven más serios, inflexibles y rígidos, y pierden de vista la importancia de encontrar esos momentos de lucidez en la vida. Siempre seremos niños por dentro, aunque por fuera seremos viejos.
2. Cállate un poco para escuchar más
No hay conversación para dos si una de las personas no deja de hablar de sí misma, es algo que hacemos a veces de forma inconsciente. Dominamos nuestros encuentros humanos, hablando de nosotros mismos y escuchamos muy poco lo que la otra persona tiene que decirnos.
Esto es lo que debemos aprender de los perros, ellos escuchan con atención, se escuchan entre ellos y te escuchan a ti. Cuando hablas con tu mascota, muestra interés, es como si fueras el centro del universo. En ese momento no hay nada más.
Deberías intentar escuchar más y dejar que tu lengua descanse. Este es un signo de respetoy empatía digno de apreciar. Verás que la gente querrá acercarse.
3. No tragues la comida, disfrútala
Los perros comen prácticamente lo mismo todos los días. Un ser humano moriría de molestia si ese fuera el caso. Sin embargo, para los cachorros su ración siempre será un manjar de los dioses.
También es cierto que los perros tienden a comer como si no hubiera un mañana, pero eso no significa que no estén disfrutando de la comida, todo lo contrario. Toda comida es rica porque es vida. Debemos intentar encontrar el placer de todo tipo de comida, desde pan y mantequilla, hasta arroz o comida de un restaurante de cinco estrellas o la especialidad de nuestra madre.
4. Como la primera vez
Ver a alguien que amas puede ser tan emocionante como la primera vez. Esta es una de las cosas que más valoramos de los perros, la emoción de volver a verlo. Todos los perros se vuelven locos de felicidad, incluso si solo han pasado 5 minutos desde la última vez que te conocieron.
Un perro espera en la puerta de la casa y corre hacia nosotros cuando llegamos. ¿Por qué no hacemos esto? Constantemente damos por sentada la presencia de otras personas, cuando en realidad es un gran regalo tener su compañía. Amar y apreciar no es solo decirlo, sino demostrarlo.
5. Deja ir la ira
Un perro nunca se enojará al día siguiente porque lo regañaste la noche anterior. La mayoría de los perros se aburren entre ellos, pero pronto vuelven a jugar como si nada. Los perros tienen el don de la memoria corta y el nulo rencor, a diferencia de los hombres, que pueden pasar días, meses e incluso años llenos de ira y frustración.
Puede parecer un tópico y algo difícil de aplicar, pero es cierto, porque cada día puede ser el último, no vale la pena desperdiciarlo en tonterías. Debería ser un poco más exclusivo con rabia y elegir bien las batallas. Debes dejar que las acciones sean guiadas por buenas intenciones y no por ego y rencor.
6. No arregles el pasado
El pasado no se puede corregir, pero el presente se puede mejorar. A los perros solo les interesa si su dueño los sacará a pasear. Prometer algo que sucederá mañana no cuenta hoy.
Mantener nuestra palabra creará relaciones más sólidas incluso con nuestros perros. Los seres humanos estamos tan apegados a la idea de corregir los errores del tiempo transcurrido que acaban perdiendo lo que está sucediendo. Desafortunadamente, en algún lugar de nuestra extraña mente humana, creemos que siempre estará ahí. Aferrarse al pasado puede evitar que veamos el presente y avancemos hacia el futuro.
7. Vive al máximo
Todo lo que tienes que hacer es ver a un perro cuando asoma la cabeza por la ventana. Vivir el momento es una de sus mayores lecciones. Los perros no miran al pasado, no tienen expectativas ni hacen planes a corto, mediano o largo plazo para sus vidas. Tu rutina es la rutina más simple y, al mismo tiempo, complicada de seguir: comer, necesitar, jugar, dormir y amar.
La próxima vez que salga a conducir, saque la cabeza por la ventana, se sentirá como un perro que vive el momento.
8. Les encanta el blindaje
Un cachorro no necesita conocerlo antes para amarlo. Son muy sensibles e instintivos y sabrá a quien regalar su amor, pero no tomará toda una vida entregarlo. Tu cachorro no puede soportar tu amor hasta que le muestras que lo quieres, te lo dará por su propia iniciativa emocional. Ellos tampoco necesitan pensar y pensar, simplemente te lo dan. Cuanto más amor, mejor.
9. Son como son
Un Boxer nunca querrá ser un Pastor Alemán y un Bulldog no querrá tener las piernas que tiene un Greyhound. Son como son y se ven geniales en su propia piel.
Los seres humanos perdemos mucho tiempo valioso mirándonos en el espejo y deseando tener lo que no tenemos y ser quienes no somos. Tratamos de vernos a nosotros mismos según una versión de la perfección que realmente no existe, en lugar de aceptarnos con todas nuestras características, sean las que sean.
La vida sería bastante aburrida si todos fuéramos iguales, sin diversidad y originalidad, incluidos los animales y los seres humanos. Tu aceptación y la de los demás es la verdadera clave de la felicidad.
10. La lealtad y la confiabilidad son su fuente de respeto
Ser leal es una de las cualidades más importantes y una que, lamentablemente, está en peligro de extinción, sin mencionar ser digno de confianza. No hay animal más leal en el mundo que el perro, está contigo en las buenas y en las malas. El perro confía su propia vida a su dueño, con los ojos cerrados. Hay personas que confían en su propio perro más que en otros, incluso dentro de su círculo más cercano.
Estar presente y ser un buen amigo, padre, hermano y amante nos enriquece de muchas formas y nos permite construir relaciones sólidas, positivas y eternas a nuestro alrededor. Pensando en ser menos egoísta y más generoso, leal y digno de confianza.