Mi gato no quiere comer y está triste: causas y soluciones

Autor: John Stephens
Fecha De Creación: 23 Enero 2021
Fecha De Actualización: 19 Mayo 2024
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Mi gato no come.
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Los gatos son animales de hábitos y no les gustan las cosas nuevas, así que no se sorprenda de que un cambio en una de sus rutinas pueda hacer que dejen de comer y beber. El simple cambio de la ubicación del comedero, la introducción o pérdida de un miembro de la familia o una enfermedad pueden llevar a un gato triste, apático y sin apetito.

Si dices “mi gato no quiere comer ni beber agua” o que estás más triste, no debes posponer la visita al veterinario, ya que podría ser una situación grave. Si quieres saber por qué tu gato no quiere comer y está triste y qué pasos puede tomar para resolver este problema, continúe leyendo este artículo de PeritoAnimal.


Mi gato no quiere comer: rutina, depresión y estrés

En primer lugar, es importante que conozca la personalidad y los gustos de su gato para saber qué situaciones son normales y cuáles no. Puede que te lo estés preguntando, pero sí, es cierto, los gatos también pueden tener problemas emocionales, estresarse, entristecerse e incluso deprimirse. Es común en determinadas situaciones que el tutor cuestione: “Mi gato no come y simplemente se acuesta, ¿debería preocuparme?”. La respuesta es muy sencilla, cualquier cambio en el apetito y el comportamiento del animal debe ser motivo de preocupación.

El estrés y la depresión son dos condiciones que afectan no solo la salud mental sino también la salud física., causando:

  • Inactividad;
  • Horas de sueño excesivas;
  • Falta de apetito;
  • Disminución de la interacción con tutores y otros animales;
  • Pérdida de interés en juguetes o golosinas;
  • Cambios de comportamiento (más miedo, fugas o aumento de la vocalización).

El veterinario es la única persona capaz de diagnosticar y ayudar en estos casos.


Otro problema común es cuando el tutor dice "Adopté un gato y no quiere comer”. Es posible que el animal no coma debido al estrés por el que está pasando. Por cómodo y adecuado que sea el nuevo entorno, el organismo tiene que acostumbrarse a todas las novedades (nueva casa, nuevos guardianes, nuevos olores, nueva comida, etc.) y esto puede resultar muy estresante para el animal.

Cuando se trata de un gatito o un gatito joven, la separación de la madre y / o los hermanos o la transición de la leche a la alimentación es difícil y es posible que el gatito no quiera comer durante los primeros días. En cualquier caso, es importante que el gato no pasa más de 48h (dos días) sin comer y para los gatitos esto es aún más crucial debido a su organismo aún debilitado.

mi gato no quiere comer

Como hemos visto, el estrés y la depresión son algunos ejemplos de afecciones que pueden provocar una disminución o pérdida del apetito en los gatos, pero existen muchos otros factores (externos e internos) que también pueden conducir a esto.


Cuando un gato deja de comer o come menos de lo habitual, casi siempre es indicativo de que algo no está bien, que puede ser algo más o menos grave. Aunque la frase “mi gato no ha comido en 3 días o más” es muy común en la práctica clínica, es importante que el gato no se quede sin comer más de dos días. Los órganos de este animal (especialmente el hígado) son muy sensibles a la falta de alimento y pueden provocar graves consecuencias a largo plazo.

Hay un trastorno del hígado, el lipidosis hepática, que aparece en gatos obesos y en gatos con ayuno prolongado de más de 48 horas. En este proceso, existe un exceso de depósito de grasa en el hígado, que se sobrecarga y no puede realizar sus funciones normales. Los principales síntomas de este trastorno son:

  • Vómitos
  • Diarrea;
  • Salivación;
  • Depresión;
  • Anorexia;
  • Moco amarillo (ictericia);
  • Anemia.

Por estos motivos, la pérdida de apetito en los gatos es un problema que no debe pasarse por alto.

Mi gato no quiere comer y está triste: causas por factores externos

Las causas de un gato sin apetito debido a factores externos (provocados por algo en el entorno del animal) son:

Cambios de territorio

Cambiar la posición de los muebles, la ubicación de la caja de arena, el comedero, así como los viajes, las fiestas, la muerte o la introducción de un nuevo miembro de la familia (ya sea animal o humano) es un factor de estrés y muchos gatos reaccionan mal a estos cambios. dejando de comer y beber. Si el simple traslado de un mueble a una nueva ubicación provoca el disgusto de un animal, imagine la presencia de un animal o ser humano desconocido. En estas situaciones, existen difusores y aerosoles de feromonas felinas que pueden ayudar a aliviar el estrés o introducir cambios gradualmente con el entrenamiento de habituación.

Cambios de dieta

Se sabe que los gatos son muy exigentes con su alimentación y la introducción de un nuevo pienso puede dar lugar al llamado neofobia alimentaria, que se caracteriza por el rechazo total del nuevo alimento. Por tanto, no es buena idea realizar transiciones bruscas en la dieta del animal, ya que puede ocasionar problemas gastrointestinales.

Los cambios solo deben realizarse en los casos que sean necesarios, como el crecimiento (destete y transición a la edad adulta) o en el caso de enfermedades que requieran dietas específicas. Además, cualquier transición dietética debe realizarse siempre durante al menos siete días:

  • 1º y 2º día: poner un porcentaje mayor de la ración actual / vieja (75%) con un poco de la nueva (25%);
  • 3º y 4º día: igual cantidad de ambas raciones (50-50%);
  • 5º y 6º día: menor cantidad de lo viejo (25%) y mayor cantidad de lo nuevo (75%);
  • 7º día: solo la nueva ración (100%).

trauma o shock

Un trauma o susto puede causar tal nivel de estrés que el animal puede negarse a comer o incluso defecar durante unos días.

Soledad, aburrimiento, aburrimiento, ansiedad por separación

Aunque se cree que los gatos son animales independientes y no necesitan compañía humana, esta afirmación no es exactamente cierta. Los gatos son seres sociales y cazadores naturales, que disfrutan entretenerse e interactuar con diversos estímulos a lo largo del día con juguetes, instrumentos alimentarios interactivos, otros animales y tutores.

La falta de estímulos sociales, ambientales y cognitivos puede llevar al gato a desarrollar aburrimiento y aburrimiento, que luego pueden convertirse en depresión y comportamiento anormal.

Intoxicación o envenenamiento

Hay muchos productos químicos, medicamentos y plantas que son extremadamente peligrosos para los gatos debido a su toxicidad. Es importante que sepas qué plantas son tóxicas y qué alimentos están prohibidos para los gatos.

altas temperaturas

Los días más calurosos facilitan al animal y hacen que duerma más, se mueva un poco y no tenga tantas ganas de comer. Es muy importante que mantenga el hidratación del animal y proporcionar múltiples fuentes de aguanuevo en diferentes puntos de la casa.

La deshidratación también puede hacer que el gato no coma, lo que puede ser una situación en la que pienses: "mi gato no come y simplemente se acuesta" o "mi gato no come solo bebe agua”. Precisamente por el exceso de calor suelen moverse menos y no comer. Intente colocarlo en un lugar fresco y protegido durante las horas y los días más calurosos.

Mi gato no quiere comer y está triste: causas por factores internos

Las causas de un gato sin apetito por factores internos (en el propio organismo del animal), son:

Ingestión de cuerpo extraño

Como sabemos, los gatos son animales muy juguetones y les encanta una buena lana o pelota para jugar. Sin embargo, los cuerpos lineales como los cables eléctricos o tisulares o los objetos cortantes son muy peligrosos cuando el animal los ingiere, ya que irritan la mucosa gastrointestinal y pueden provocar torsión o perforación de los órganos, lo que representa un riesgo de muerte.

bolas de piel

El nombrado tricobezoares, forma debido a ingestión y acumulación de cabello muerto y suelto en el tracto gastrointestinal. Suelen eliminarse en las heces, pero hay ocasiones en las que pueden ocasionar problemas, como vómitos de pelo, tos, diarrea, pérdida de apetito y obstrucciones gastrointestinales. Una buena forma de prevenir y tratar este problema es cepillando el pelaje del animal, administrándole malta y hierbas específicas para bolas de pelo.

Parásitos externos y / o internos

Pueden debilitar el organismo del animal e incluso provocar obstrucciones o taponamientos en el tracto gastrointestinal. Es sumamente importante seguir el plan de desparasitación.

gato viejo

Con el avance de la edad, surgen los problemas de pérdida de dientes, pérdida del olfato y la audición. Muchos de estos problemas pueden disminuir el apetito del animal o la capacidad de presionar la comida.

dolor o fiebre

El dolor es sin duda una condición del apetito de los animales. Un animal con dolor no podrá seguir una rutina normal e incluso puede dejar de comer. Casos como "mi gato es débil y no quiere comer" y "mi gato no quiere comer y está vomitando”Son aún más preocupantes, ya que son indicativos de enfermedad. La pérdida de apetito generalmente puede ser el signo clínico inicial de una enfermedad subyacente, sin embargo, otros síntomas como vómitos, diarrea, debilidad, fiebre y pérdida de peso también son condiciones observadas que requieren seguimiento y tratamiento médico.

Mi gato no quiere comer y está triste: ¿qué hacer?

Para saber qué hacer en casos de gatos sin apetito, verificar:

  1. El primer paso es descartar posibles enfermedades e infecciones.
  2. Respete los consejos del veterinario.
  3. Jugando con él antes de comer, el ejercicio físico estimula el apetito.
  4. En casos de bolas de pelo, o como prevención (especialmente en gatos de pelo largo), administrar la pasta de malta para ayudar a eliminar las bolas de pelo.
  5. Muchos gatos solo comen en presencia del tutor, así que ten cuidado mientras come y observa el comportamiento.
  6. Los comederos grandes son más recomendables que los pequeños, ya que los gatos prefieren comer sin tocar los bigotes (vibrisas) a los bordes, por lo que suelen dejar el cuenco vacío en el centro, pero con granos en la periferia.
  7. Recompénselo por comer asegurándose de recompensarlo solo al final de la comida.

Mi gato no quiere comer y está triste: cómo animarlo a comer

Como animales carnívoros que son, los gatos tienen un olfato muy refinado, dando más importancia al aroma que al sabor de la comida. Por este motivo conviene intentar estimular el apetito del gato mediante el olfato o el interés, por ejemplo:

  • Agregue comida húmeda a la ración;
  • Proporcionar pollo o pescado cocido mezclado con el pienso o aislado (sin condimentos);
  • Caliente la comida húmeda, esto aumentará el aroma de la comida, atrayendo más la atención del gato;
  • Humedezca la comida seca con un poco de agua tibia;
  • No le dé golosinas o bocadillos para que no crea que tiene comida alternativa si no come la comida principal;
  • Dejar comida disponible reduce el deseo de comer, intente preparar las comidas.

En los casos en los que “mi gato no quiera comer comida seca” y ya hayas probado todo lo descrito anteriormente, intenta cambiar tu dieta por una igualmente equilibrada y completa, sin olvidar nunca hacer la transición recomendada por el veterinario.

Mira nuestro video de YouTube sobre las 7 frutas que pueden comer los gatos, las cantidades y los beneficios:

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