Contenido
- Hernia inguinal en perros: que es
- Hernia inguinal en perros: cómo identificarla
- Hernia inguinal en perras
- Hernia inguinal en perros: diagnóstico y tratamiento.
LA hernia inguinal en perros es una protuberancia que se puede ver en el área de la ingle. En este artículo de PeritoAnimal te explicaremos en detalle en qué consiste una hernia, qué riesgo supone para la salud de tu perro cuando se localiza en la ingle y cual es el tratamiento de elección.
También explicaremos por qué son más peligrosos en el sexo femenino y por qué, en su caso, es más común tener que recurrir a una intervención quirúrgica para reparar la hernia. Descubra más sobre el diagnóstico y tratamiento de la hernia inguinal en perros.
Hernia inguinal en perros: que es
Una hernia inguinal en perros es una protuberancia de grasa o intestino a través de una abertura en la pared abdominal que debería haberse cerrado durante el desarrollo del cachorro. Son hereditarios, lo que significa que es probable que, cuando conozcas a los padres o hermanos de tu perro, uno de ellos también tenga una hernia inguinal o en el ombligo.
Entonces parece haber un predisposición genética por el retraso en el cierre abdominal, que conduce a la aparición de hernias. También hay razas que parecen ser más propensas a sufrirlas, como el Cocker Spaniel Inglés, el Pekinés o el Border Collie.
Ocasionalmente se adquirirán hernias, es decir, el animal no nace con ellas, sino desarrollarse después de un trauma, embarazo u obesidad. Las hernias umbilicales, así como las hernias inguinales, pueden atrapar las asas intestinales y causar obstrucciones intestinal.
Además, algunas hernias estrangularse, ¿qué sucede cuando el suministro de sangre al contenido de la hernia se interrumpe por una constricción, en lo que se conoce como el cuello o anillo de hernia. En el caso de las mujeres, que son las más afectadas por las hernias inguinales, el útero puede quedar atrapado en la hernia.
Hernia inguinal en perros: cómo identificarla
La protuberancia de grasa o intestino de una hernia inguinal en perros puede verse como una bulto de mayor o menor tamaño que puedes ver o sentir. En casos más graves, los animales pueden presentar síntomas como vómitos, anorexia, aumento de la frecuencia urinaria, fiebre, letargo y dolor.
Existen diferentes tipos de hernias en perros, y podemos clasificarlas según su ubicación, en hernias. umbilical, inguinal o perineal, se encuentran, respectivamente, en el ombligo, la ingle o la región pélvica. Los dos primeros son los más comunes. También se pueden diferenciar en función de si es posible reinsertarlos tanto si los presionamos hacia dentro con el dedo como si no. Así, se habla de hernias reductibles, si es posible, o aprisionadas y atrapadas, si no es posible. En el caso de estos últimos, pueden estrangularse.
Por lo tanto, es probable que cualquier nódulo presente en las áreas mencionadas sea una hernia. Su consistencia puede ser mas o menos duro y, como hemos visto, en algunos casos es posible trasladarlo al cuerpo del perro, mientras que en otros permanecerá fijo. En estos casos de hernia estrangulada, si el animal siente dolor al palpar, debe acudir inmediatamente al veterinario, ya que la hernia podría estar estrangulándose. Es una emergencia ya que puede provocar insuficiencia renal o hepática con desenlace fatal.
Hernia inguinal en perras
Como ya hemos dicho, las hernias tienen una base hereditaria, y también debemos tener en cuenta que las hernias inguinales en perros son más frecuentes en mujeres. Esto no significa que no sea posible encontrar casos de hernia inguinal en perros machos.
En cuanto a la edad, en ocasiones no es posible notar una hernia inguinal en los cachorros, y solo cuando alcancen la madurez será posible detectar un nódulo en la zona de la ingle. De hecho, no es raro diagnosticar una hernia inguinal en perros mayores. este aspecto es un riesgo, ya que, al ser una hernia que afecta a más hembras, si no se esterilizan, durante el embarazo, el parto o alguna enfermedad uterina, el útero en sí puede atascarse en la hernia.
Hernia inguinal en perros: diagnóstico y tratamiento.
El diagnostico esta hecho mirando el bulto formado por la hernia. El animal también debe pasar un examen general para obtener información sobre su estado general. El veterinario deberá determinar el tamaño de la hernia y el tipo y cantidad de contenido. Para obtener estos datos, el ultrasonido es el más adecuado.
No hay remedios caseros para mejorar o reparar una hernia en perros. Existe el mito de que se pueden solucionar cubriéndolos o poniéndoles una moneda, pero este tipo de remedios no tienen base científica, no resuelven el problema e incluso pueden resultar contraproducentes.
En vista de los riesgos de una hernia inguinal en perros, se recomienda repararlos, y esto solo se puede hacer a través de cirugía. La intervención está indicada en todos los casos, aunque en el caso de hernias pequeñas y en varones es posible determinar un seguimiento y esperar, ya que en muchos casos estas hernias cierran espontáneamente. Si no, es necesario operar. Tenga en cuenta que factores más o menos controlables como obesidad u otros eventos, como un trauma, pueden hacer que una pequeña hernia aumente de tamaño y cause más problemas.
La técnica quirúrgica consiste en realizar una incisión abdominal para descubrir la hernia y reposicionar los órganos afectados en su lugar. Si algún fragmento intestinal está dañado, debe retirarse y reconectarse. Algunas veces es necesario recurrir a un injerto. El éxito y las posibles complicaciones dependerán de las características de la hernia. En general, el resultado es bueno y el perro puede retomar una vida normal.
Este artículo es meramente informativo, en PeritoAnimal.com.br no podemos prescribir tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Sugerimos que lleves a tu mascota al veterinario por si presenta algún tipo de afección o malestar.