Contenido
- ¿Qué es el síndrome de Down?
- ¿Hay algún gato con síndrome de Down?
- Pero, ¿existe realmente un gato con síndrome de Down?
Hace algún tiempo, la historia de Maya, una gatita que muestra algunos rasgos similares a los que caracterizan al Síndrome de Down en los humanos, se volvió viral en las redes sociales. La historia fue retratada en un libro para niños llamado “Conoce al gato maya”Por iniciativa de su tutora, quien decidió plasmar en palabras la vida cotidiana con su felino para transmitir a los niños la importancia de la empatía, animándolos a aprender a amar a aquellos individuos comúnmente clasificados como“ diferentes ”por la sociedad.
Además de alentar muchas reflexiones sobre los prejuicios arraigados en la estructura de las sociedades, la historia de Maya, quien se hizo conocida internacionalmente como “la gato con síndrome de down”, Hizo que muchas personas se preguntaran si los animales pueden tener síndrome de Down, y más específicamente, si los gatos pueden tener esta alteración genética. En este artículo de Experto en animales, te explicaremos si los gatos pueden tener síndrome de Down. ¡Verificar!
¿Qué es el síndrome de Down?
Antes de saber si hay un gato con síndrome de Down, primero debe comprender cuál es la afección. El síndrome de Down es un alteración genética que afecta específicamente al par de cromosomas número 21 y también se conoce como trisomía 21.
La estructura de nuestro ADN está formada por 23 pares de cromosomas. Sin embargo, cuando una persona tiene síndrome de Down, tiene tres cromosomas en lo que debería ser el "par 21", es decir, tiene un cromosoma extra en esta ubicación específica de la estructura genética.
Esta alteración genética se expresa tanto morfológica como intelectualmente. Y es por eso que las personas con síndrome de Down suelen tener algunos rasgos específicos que se asocian a la trisomía, además de poder demostrar ciertas dificultades en su desarrollo cognitivo y cambios en su crecimiento y tono muscular.
En este sentido, es fundamental destacar que El síndrome de Down no es una enfermedad, sino una alteración en la estructura de los genes que componen el ADN humano que se produce durante la concepción, siendo inherente a las personas que lo tienen. Además, cabe señalar que las personas con este síndrome no son intelectualmente ni socialmente incapaces, pudiendo aprender diferentes actividades, llevar una vida social sana y positiva, incorporarse al mercado laboral, formar una familia, tener gustos y opiniones propios que son parte de tu propia personalidad, entre muchas otras cosas.
¿Hay algún gato con síndrome de Down?
Lo que hizo que Maya fuera conocida como “la gata con síndrome de Down” fueron principalmente los rasgos de su rostro, que a primera vista se asemejan a algunos de los rasgos morfológicos asociados con la trisomía 21 en humanos.
Pero, ¿existe realmente un gato con síndrome de Down?
¡La respuesta es no! El síndrome de Down, como mencionamos anteriormente, afecta al par de cromosomas 21, que es característico de la estructura del ADN humano. tenga en cuenta que cada especie tiene información genética única, y es precisamente esta configuración de genes la que determina las características que identifican a los individuos pertenecientes a una especie u otra. En el caso de los humanos, por ejemplo, el código genético determina que se identifiquen como seres humanos y no como otros animales.
Por tanto, no existe ningún gato siamés con Síndrome de Down, ni ningún felino salvaje o doméstico puede presentarlo, ya que es un síndrome que se da exclusivamente en la estructura genética del ser humano. Pero, ¿cómo es posible que Maya y otros gatos tengan algunas características físicas similares a las que se ven en personas con síndrome de Down?
La respuesta es simple, porque algunos animales, como Maya, pueden tener alteraciones genéticas, incluidas trisomías similares al síndrome de Down. Sin embargo, estos nunca ocurrirán en el par de cromosomas 21, que solo está presente en el código genético humano, pero en algún otro par de cromosomas que constituye la estructura genética de la especie.
Las alteraciones genéticas en animales pueden ocurrir en el momento de la concepción, pero también pueden derivar de experimentos genéticos llevados a cabo en laboratorios, o de la práctica de la endogamia, como fue el caso del tigre blanco llamado Kenny, que vivía en un refugio en Arkansa y falleció en 2008, poco después de que su caso fuera conocido mundialmente - y erróneamente - como “el tigre con síndrome de Down”.
Para concluir este artículo, debemos reafirmar que, aunque existen muchas dudas sobre si los animales pueden tener Síndrome de Down, lo cierto es que los animales (incluidos los felinos) pueden tener trisomías y otras alteraciones genéticas, pero no hay gatos con síndrome de Down, ya que esta condición se presenta solo en el código genético humano.
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